Quiero contarles que desde muy niña comenzo mi gusto por tejer y mi madre con toda la paciencia del mundo pese a ella ser zurda y yo diestra, me adaptaba unos palillos plásticos los cuales cortaba y luego quemaba en las puntas para que quedaran pequeños.

con el tiempo cresi y junto conmigo el arte, pintar, escribir, coser, tejer.

Pero creo que hace un mes enloquecí, y comencé a tejer a crochet el único punto que sabia y tejí dos mini faldas para mi hija Fe.

comencé a buscar un curso de tejido me acorde que tengo una tía muy querida llamada Maritza y pese a lo mucho que la quiero no nos veíamos tan seguido la cual teje maravillozo y la abuelita Belén le enseño, desidí llamarla y preguntarle si me enseñaba, ella feliz acepto. yo al lunes siguiente la visite me enseño un par de puntos y que quería tejer y comencé mi primer abrigo color zapallo que quería combinar con una botar y una cartera. pero mas que eso re descubrí a mi tía que a sus sesenta y algo, tenia tantas historias de mi familia que tal vez nadie sabia, tanto cariño paciencia y conocimiento guardado esperando y historias muy divertidas de mi madre.
al pasar la semanas es el lunes el día elegido ya que es el que yo no trabajo se agregaron mi madre Pilar, mi hermana Saray, Mi prima Támara y su madre que se esta decidiendo aun que tejera, mi tía Roxana, también decidimos rotar las casas un lunes cada una ha sido una experiencia muy gratificantes nos unió como familia unió las generaciones y el traspaso de tradiciones mi tía que se que en lo mas profundo de su corazón se siente orgullosa de que la consideremos nuestra maestra y amiga.